martes, septiembre 19, 2006

Cabeza de tele II


Amelie: Por que es encantadora!...derrocha imaginación y romanticismo, colorido (me encanta eso de verde con rojo y amarillo) y técnica fílmica; tiene detalles pensados para enganchar: ¿Quién no ha experimentado el placer de meter la mano en un saco de lentejas o de arrojar piedras rebotando en el agua?, una banda sonora muy hermosa, con aires nostálgicos, populares y con toques clásicos, con protagonismo de piano y acordeón que acompañan muy bien las escenas (el flasback de Dominique Brotodeau a su infancia cuando encuentra la cajita oxidada en el teléfono público, ¡emotiiivo, po weon!...) y la Audrey Tatou (¿así se llama?) caracteriza admirablemente el personaje. Incluso el inicio con parte de los créditos captura de inmediato por lo original de la composición audiovisual y los primeros esbozos del personaje jugando solitario juegos infantiles mientras el piano melancólico, pero intenso, genera una fina tensión dramática, y ella come diez fresas metidas en sus dedos una por una, y hace cantar una copa frotándola y armonizando con la música….gueeeeeeeeeenaa po!!. Tengo varias amigas medio Amelies, de lo que deduzco que el personaje es un tipo universal.

Fresa y chocolate: película cubana cuyo mérito y gracia está en los diálogos y en la historia que cuenta, que es la de cómo un escritor homosexual y un joven estudiante llegan a encontrarse como personas, como seres humanos en un vínculo de amor filial. Excelente la interpretación de Jorge Perrugorría, actor que encarna a Diego, el escritor gay.

Tango feroz: Película argentina de mediados de los noventa, pero que retrata el Buenos Aires juvenil de fines de los sesenta y la figura del héroe romántico “suicidado por la sociedad”, a través de la historia de un cantante pionero del rock en la Argentina. Me gusta por que el personaje de Tanguito es entrañable: un loco que lo único que tiene y sabe hacer bien es su música y su honestidad artística, y que termina mal por que no transa, por que no “se adapta” (¿no es cinismo esa weá?¿o finalmente es parte del proceso de madurar?...como sea, si quieres vivir parece que no queda otra), y termina aniquilado por el sistema que muestra su cara más siniestra en el personaje de “Lobo”, el inspector de policía que al fracasar en su intento de captarlo como soplón se lo caga cargándolo con droga. Una película que, hecha a partir de un personaje real a cuya historia añaden elementos ficticios, resulta desgarradora y nos recuerda lo mierda que puede ser el mundo a veces para los idealistas que no caminan sumisamente con el rebaño. Escenas notables: Tango diciendo a Mariana, tras negarse a venderse a los criterios comerciales fofos de la discográfica que le ofrecía un contrato:”Dije que no. Alguna vez alguien tiene que decir que no…¡lo que no entiendo es por qué siempre me tiene que tocar a mi!”; la escena que cierra la peli, donde muestran la filmación de hace años donde todos tenían que decir algo para verse y oírse cuando estuvieran viejos. Tango aparece en cámara y tras expresar su amor por la vida y por Mariana sentencia una frase que todavía me estremece y me hace cuestionarme cada vez que la recuerdo, por que será una frase hecha pa la película, pero puta que me da qué pensar: “Todo no se compra, todo no se vende…tengo una lista interminable de cosas más importantes que la seguridad”. Y el weon es tan buena onda con su cara de ratón y su corazón de fuego que uno no puede sino amarlo. Se echó al bolsillo toda la filosofía de mi anciana madre sobre la conveniencia de lograr una situación estable en la vida. Me gusta esta peli aunque me hace sufrir, además que a veces pienso que un día yo voy a terminar igual, idea que me ha rondado por años y aun no descarto…


Vampiros en La Habana: por que es una ocurrencia genial po: una historia de vampiros en Cuba hecha en formato monos animados llena de humor y sabor. Muy original y graciosa.

Habana Blues: seguimos con Fidel y su isla. Esta es un poco en la onda de Commitments, por la importancia de la música en la estructura del filme y en el guión. Dos amigos músicos yuntas (pero yuntas!) que ante una oportunidad que la vida les pone por delante se ven obligados a decidir cada uno su propio camino. Mucho rock, un argumento sencillo y lecciones de vida: vivir es elegir, y la vida sigue.

El tambor de hojalata: del alemán Volver Schondlorff. Película larga que se sumerge en la historia de Alemania durante la primera mitad del siglo XX a través de la perspectiva de un niño que, habiéndose percatado tempranamente del cinismo y la contradicción que envuelve la vida adulta, decide no crecer más. Filme crítico, mordaz, esperpéntico a ratos, como cuando hace uso de recursos estéticos crudos e incluso gotescos. Creo que es una adaptación de la novela de Günther Grass. Escena notable: el mitin nazi que se transforma en un baile cuando Oskar empieza a confundir la marcha que toca la banda militar (que terminará en un vals) con los sones de su pequeño tambor.

Vaya a su videoclub más cercano y juegue. Después comentamos.