jueves, noviembre 02, 2006

El imperativo de la reflexión ineludible



















Ayer vino R a Viña, y como era feriado y C tenía trabajo qué hacer cogimos el auto y nos fuimos a pasear. Estuvimos en Con Con comiendo empanadas, luego en la roca oceánica viendo como las olas reventaban a nuestros pies, acantilado abajo, fuimos a Valparaíso a turistear y rematamos en Journal comiendo chorrillana con un par de cervezas. Ahí mi amigo, que está atravesando por un período de crisis (se va a quedar sin trabajo dentro de unos meses, se murió hace poco un amigo en común y acaba de terminar una relación de tres años), me confidenció que estaba achacado, por que se ve enfrentado a darle nuevo rumbo a su vida tras plantearse esa pregunta difícil sobre qué es lo que quiere realmente y a sus 35 años no poder contestarse por que sencillamente no lo sabe. Me contó que siente que gran parte de lo que ha hecho en su vida, léase estudiar y hacer un postgrado, ha sido fruto de intentar subconscientemente cumplir con las expectativas que los demás, o que él le atribuye a los demás, tienen acerca de él, o sea ha hecho un gran sacrificio por lo que llamamos el “éxito”, esa weá media difusa que no es palpable ni masticable, pero que regula la conducta de harta gente. Conste que el loco no es un trabajólico elitista ni un arribista ni nada parecido: de hecho está más cerca de ser un hippie indecente, como el de la canción de Maná. Lo único que realmente le entusiasma y lo mantiene vibrante es la música (es músico paralelamente a ser médico), pero tampoco puede dedicarse full time a la guitarrita por que es la weá más inútil e improductiva del universo y ni siquiera tiene el crédito de haberla estudiado formalmente como para vivir de dar clases de guitarra, amén de una plétora de gente que tiene igual o superior talento y que le lleva mucha ventaja. Entonces C ve dos alternativas delante de sí: meterse de lleno en la vida profesional para seguir un decurso vital convencional con cuentas corrientes, crédito hipotecario a 20 años, auto en cuotas y familia con niños, etc., o lanzarse de cabeza a la música de una vez por todas y renunciar a todo lo otro, y no sabe qué es lo que realmente quiere, pero sabe que es el momento de decidir lo que va a hacer la segunda y última mitad de su vida…
Y el punto es que la pregunta es pelúa, poh…¿Qué es lo que uno realmente quiere?, por que es cierto que se puede pasar una vida existiendo en función de lo que uno cree que se espera de uno a la sombra de imperativos que con frecuencia son creaciones de uno mismo, a lo mejor para darle sentido a los días no más, a lo peor para no llegar a plantearse preguntas tan tremendas y difíciles como esa…y es difícil contestarse. O sea, yo lo encuentro difícil…Si ser feliz consiste en hacer lo que uno íntima y realmente quiere hacer, ¿Qué es lo que yo quiero?. Yo, al menos, me contesto con una frase de Michelet: “Feliz es el hombre que ha encontrado su trabajo y una mujer a quien amar”.
Y tú, ¿Qué es lo que quieres realmente?. Por que el tiempo sigue su marcha.

martes, septiembre 19, 2006

Cabeza de tele II


Amelie: Por que es encantadora!...derrocha imaginación y romanticismo, colorido (me encanta eso de verde con rojo y amarillo) y técnica fílmica; tiene detalles pensados para enganchar: ¿Quién no ha experimentado el placer de meter la mano en un saco de lentejas o de arrojar piedras rebotando en el agua?, una banda sonora muy hermosa, con aires nostálgicos, populares y con toques clásicos, con protagonismo de piano y acordeón que acompañan muy bien las escenas (el flasback de Dominique Brotodeau a su infancia cuando encuentra la cajita oxidada en el teléfono público, ¡emotiiivo, po weon!...) y la Audrey Tatou (¿así se llama?) caracteriza admirablemente el personaje. Incluso el inicio con parte de los créditos captura de inmediato por lo original de la composición audiovisual y los primeros esbozos del personaje jugando solitario juegos infantiles mientras el piano melancólico, pero intenso, genera una fina tensión dramática, y ella come diez fresas metidas en sus dedos una por una, y hace cantar una copa frotándola y armonizando con la música….gueeeeeeeeeenaa po!!. Tengo varias amigas medio Amelies, de lo que deduzco que el personaje es un tipo universal.

Fresa y chocolate: película cubana cuyo mérito y gracia está en los diálogos y en la historia que cuenta, que es la de cómo un escritor homosexual y un joven estudiante llegan a encontrarse como personas, como seres humanos en un vínculo de amor filial. Excelente la interpretación de Jorge Perrugorría, actor que encarna a Diego, el escritor gay.

Tango feroz: Película argentina de mediados de los noventa, pero que retrata el Buenos Aires juvenil de fines de los sesenta y la figura del héroe romántico “suicidado por la sociedad”, a través de la historia de un cantante pionero del rock en la Argentina. Me gusta por que el personaje de Tanguito es entrañable: un loco que lo único que tiene y sabe hacer bien es su música y su honestidad artística, y que termina mal por que no transa, por que no “se adapta” (¿no es cinismo esa weá?¿o finalmente es parte del proceso de madurar?...como sea, si quieres vivir parece que no queda otra), y termina aniquilado por el sistema que muestra su cara más siniestra en el personaje de “Lobo”, el inspector de policía que al fracasar en su intento de captarlo como soplón se lo caga cargándolo con droga. Una película que, hecha a partir de un personaje real a cuya historia añaden elementos ficticios, resulta desgarradora y nos recuerda lo mierda que puede ser el mundo a veces para los idealistas que no caminan sumisamente con el rebaño. Escenas notables: Tango diciendo a Mariana, tras negarse a venderse a los criterios comerciales fofos de la discográfica que le ofrecía un contrato:”Dije que no. Alguna vez alguien tiene que decir que no…¡lo que no entiendo es por qué siempre me tiene que tocar a mi!”; la escena que cierra la peli, donde muestran la filmación de hace años donde todos tenían que decir algo para verse y oírse cuando estuvieran viejos. Tango aparece en cámara y tras expresar su amor por la vida y por Mariana sentencia una frase que todavía me estremece y me hace cuestionarme cada vez que la recuerdo, por que será una frase hecha pa la película, pero puta que me da qué pensar: “Todo no se compra, todo no se vende…tengo una lista interminable de cosas más importantes que la seguridad”. Y el weon es tan buena onda con su cara de ratón y su corazón de fuego que uno no puede sino amarlo. Se echó al bolsillo toda la filosofía de mi anciana madre sobre la conveniencia de lograr una situación estable en la vida. Me gusta esta peli aunque me hace sufrir, además que a veces pienso que un día yo voy a terminar igual, idea que me ha rondado por años y aun no descarto…


Vampiros en La Habana: por que es una ocurrencia genial po: una historia de vampiros en Cuba hecha en formato monos animados llena de humor y sabor. Muy original y graciosa.

Habana Blues: seguimos con Fidel y su isla. Esta es un poco en la onda de Commitments, por la importancia de la música en la estructura del filme y en el guión. Dos amigos músicos yuntas (pero yuntas!) que ante una oportunidad que la vida les pone por delante se ven obligados a decidir cada uno su propio camino. Mucho rock, un argumento sencillo y lecciones de vida: vivir es elegir, y la vida sigue.

El tambor de hojalata: del alemán Volver Schondlorff. Película larga que se sumerge en la historia de Alemania durante la primera mitad del siglo XX a través de la perspectiva de un niño que, habiéndose percatado tempranamente del cinismo y la contradicción que envuelve la vida adulta, decide no crecer más. Filme crítico, mordaz, esperpéntico a ratos, como cuando hace uso de recursos estéticos crudos e incluso gotescos. Creo que es una adaptación de la novela de Günther Grass. Escena notable: el mitin nazi que se transforma en un baile cuando Oskar empieza a confundir la marcha que toca la banda militar (que terminará en un vals) con los sones de su pequeño tambor.

Vaya a su videoclub más cercano y juegue. Después comentamos.

viernes, agosto 25, 2006

Cabeza de tele





Bendigo las posibilidades que nos ofrecen los nuevos medios tecnológicos, la cara amable de la globalización que permite el acceso a bajo costo a tanta información y ha democratizado ciertos bienes de consumo como las películas, que tanto me gustan (aunque creo que no tanto como a mi amiga P, que es pegada con el cuento y se veía de a tres por tarde, cabeza de tele). Odio los programas de la tv chilena abierta: con algunas excepciones la mayoría me parecen un insulto a la inteligencia, pero me gusta ver películas buenas. Buenas no significa necesariamente que el filme sea de gran contenido artístico, sino que me guste y que me deje algo, sencillamente; igual siento que tengo buen gusto. O buen mal gusto también. Como sea, esta es una lista breve de mis favoritas, en orden a la chilena, es decir sin orden:
Closer: por que me la acabo de repetir, y me sumerge en un estado de melancolía. Película que retrata con crudeza y sutileza al mismo tiempo los retorcidos rumbos que a veces toman las relaciones sentimentales. Me gusta por lo mismo que me cautivó La insoportable levedad del ser, la novela de Kundera: por la insoportable levedad del ser.

El señor de los anillos: nunca me interesé en los libros de Tolkien, pero la peli me dejó pegadísimo, por su brillante realización, perfecto equilibrio entre cine comercial y artístico. Por que tengo mucha onda con la edad media también (hoy en la noche es la fiesta de san Agustín, a todo esto: guiño a los historiadores de la cato), y por que, aunque se trata de una obra de ficción, presenta, bajo la forma de una cuento, cuestiones existenciales y valores super profundos y universales: la lucha entre el bien y el mal, la lealtad, el valor, etc. Por último, pero no por menos importante, por ciertas imágenes de antología, como la de los espectros negros cabalgando con una música épica, dramática y terrorífica. Buen cine, en suma, como para verla con tus hijos si los tienes, muy educativa.

The fearless vampire killers: del Polanski de los sesenta. Cacho que me gusta Polanski , pues sin proponérmelo me he ido haciendo de varias de sus pelis. Esta en particular por que es genial: una historia de vampiros con tintes de comedia, magistralmente actuada por el dúo protagónico del professor Abronsius y su ayudante Albert (Polanski actuando como un pendejo algo despistado y romántico-hormonal, devoto discípulo del profe), con esa belleza que fue Sharon Tate (¡Dios mío, se parecía a mi suegra!...), y con una fotografía y ambientación muy especiales y logradas (el castillo y las escenas de la nieve, que parecen del cine mudo de los años 20: Polanski haciendo vintage cuando no se creaba el término). Mucha imaginación, ironía con su toque oscuro, mezcla de recursos estéticos al servicio del guión....una sola frase que leí de niño en "Buen Domingo", el suplemento dominguero que traía la Tercera a principio de los 80 (¿¿Existe la primera me pegunto?); un pequeño reportaje a su persona y su obra titulado "Polanski: un demonio genial". Acá en Chile la vi de chico doblada al español en la tv, y me fascinaba y me cagaba de susto al mismo tiempo. El título lo tradujeron como "La danza de los vampiros", por la escena del baile en el castillo.

Gato negro, gato blanco: por que es una historia muy sencilla, pero de gitanos. Me cago de la risa con el vitalismo de los personajes y su estética colérica.

Antes de amanecer y Antes de anochecer: por que, como Douglas, sigo romántico. Por que me ha pasado eso de conocer gente por conección espontánea, aunque no en Viena, y por que es una peli de diálogos, y a mi me gusta conversar.

The Commitments: por que me gusta la música y las bandas de rock, aunque en este caso es soul. Por que me llaman la atención Irlanda y los irlandeses; siento como una sintonía con ellos cuando oigo su música o los veo en las pelis, pero también por que al film es estupendo, los personajes muy bien caracterizados (Joey "the lips": ¡genial!) y diferentes y la banda sonora está bacán.
Después sigo.

martes, julio 18, 2006

Resumen de noticias


El texto a continuación lo escribió Eduardo Subirats, filósofo catalán, con el que me gustaría estudiar si hiciera un doctorado. Su pensamiento refleja mucho mi visión del estado actual del mundo y de la historia (guiño al Chopa y a los historiadores en general). Ayer me levanté, salí a la calle a oir puras malas noticias: vi los bombardeos israelíes sobre el Líbano por televisión mientras miraba carátulas de discos que hacían apología del mal, la muerte y la destrucción. La tele mostraba niños heridos siendo atendidos en los hospitales libaneses. Después, George Bush mete la pata nuevamente en la cumbre del g-8 en San Petesburgo. El sacohuea olvida o ignora que hay micrófonos abiertos en torno suyo y suelta a Blair, creo, una pachotada que lo pone en evidencia como el siniestro simio hijo de puta que es. En fin, que siga paveando y ojalá que alguien atine y lo ponga a mirar crecer el pastito desde abajo. "El siglo" denuncia como un fraude un conjunto de medidas del gobierno de Chile, acusan que pretextando traer la anhelada y necesaria justicia social que ese país requiere, solo profundizan el modelo, o sea: más mentiras y artimañas, traición a sus representados. En Viña brilla el sol, hace calor como si fuera verano, casi. Es invierno, pleno invierno...¿trantornos climáticos?¿el efecto invernadero?. Pero yo ando de buen humor. Siento que me estoy convirtiendo en uno de esos viejos jubilados observadores del espectáculo de la historia. A propósito, la foto la tomé hace unos días mientras llovía y ocurrían tragedias por desbordes de agua en el sur del país. Bueh...ahí va el texto, no para deprimir a nadie, sino para reflexionar.

Publicado en EL MUNDO, 5 de abril de 2002
Las guerras del fin de la historia
EDUARDO SUBIRATS
"La trivialidad de los discursos posmodernistas de las dos últimas décadas anunciaba el enmudecimiento intelectual frente a la crisis global que vivimos hoy. Primer motivo: final de las utopías sociales.La bancarrota de los movimientos pacifistas, y de los proyectos de socialistas de los años 80, y la deconstrucción sistemática de los proyectos de redefinición de soberanía nacional y social por parte de las elites del Tercer Mundo contempla hoy sus últimas consecuencias. Hoy los cuadros de destrucción ambiental, de hambre y muerte, los movimientos migratorios de millones de humanos, y la corrupción política y la violencia militar y paramilitar que se ampara en este desorden mundial se ha vuelto obscenamente visible. Se censuran sus imágenes y las voces de desesperación de una devastación humana que no tiene precedentes en los grandes genocidios históricos del colonialismo europeo. Las frases caritativas que eventualmente pronuncia la burocracia política y financiera globalista sólo añaden cinismo a sus estrategias militares y económicas de expolio y extorsión.
Deterritorialidades. Esta fue otra de las palabras de orden del discurso posmodernista. Asociada con las imágenes de un capitalismo transnacional, sus administraciones globales y sus poderes móviles.Asociada con la deconstrucción de los discursos políticos. Esta implantación de las redes de poder deterritorializado es hoy un hecho cumplido y una nefasta banalidad. Para las estrategias de la guerra global no existen fronteras. Amazonia es un paradigma.Los mercenarios de la guerra global dirigen y vigilan in situ las operaciones militares de Perú, Ecuador y Colombia. Probablemente también en Brasil. Desarrollan en estos escenarios las mismas estrategias para las que han sido entrenados en Africa o el Sudeste Asiático. Síntesis de guerra sucia y hightech. Soberanías nacionales son un arcaísmo siempre que no se traten de países ricos.
La liquidación financiera de Argentina bajo los auspicios de una democracia corrupta y las estrategias irresponsables de los bancos mundiales interesados en incrementar hasta el colapso las deudas externas del Tercer mundo es un paradigma. El mismo principio ha arrasado Ecuador, está estrangulando socialmente a Brasil con una masa de treinta millones de humanos financieramente condenados a la extinción, y mantiene en la cuerda floja la llamada transición democrática de México. La burocracia multinacional de los bancos mundiales y los representantes de los superpoderes dictan directamente las políticas económicas de expolio y libre comercio, al mismo tiempo que resguardan el baluarte proteccionista de los países ricos. Las escenas de un funcionario de la Casa Blanca dictando lo que el próximo presidente democrático de Brasil tiene que hacer en materia social y económica, al tiempo que justificaba la imposición de tarifas arancelarias a los aceros y productos agrícolas de aquel país son un acto de intromisión que resulta bochornoso incluso para quienes asumían ayer la inevitabilidad de los golpes de Estado fascistas patrocinados en nombre de la Guerra Fría.
El tercer mito posmoderno fue la aldea virtual, la suplantación del cuerpo social por la masa electrónica, el fin del sujeto en la aldea global, y la mirada transparente o vacía que definía una nueva condición existencial y existencialista. Hoy ya podemos trazar una secuencia de esta condición decadente de la civilización moderna. Guerra del Golfo Pérsico: la aldea electrónica perpleja y fascinada ante la transubstanciación mediática de la destrucción total, de lo que fue un real bombardeo masivo que sembró un país entero con miles de toneladas de uranio enriquecido de efectos letales a largo plazo, en un fascinante video game. Guerra de los Balcanes: espectáculo de un crimen masivo sistemático: violaciones organizadas de mujeres, bombardeo sistemático sobre la población civil durante largos años, frente a una opinión pública programadamente pasiva. El terror como evento mediático que no establece diferencias entre guerras sucias de paramilitares entrenados y armados por los países ricos que actúan bajo su vigilancia en las selvas de Asia, Africa y América latina, los guerreros suicidas del Jihad y las estrategias tecnológicamente limpias de las guerras en las estrellas han impuesto la parálisis universal de la sociedad llamada civil. Chechenia: la síntesis de guerra tecnológica y total, y guerra sucia, ante la completa pasividad de la aldea global. Hoy se anuncia una extensión indefinida de las guerras regionales a escala global, una militarización de todos los conflictos económicos y sociales generados por un rotundo fracaso social de la globalización económica patrocinada por los G-7.
Es bajo esta perspectiva que tiene que verse también el evento del 11 de Septiembre. No me refiero al ataque suicida al centro simbólico del poder capitalista y militar mundial por parte de Al Qaeda. Sino al evento electrónico manufacturado a partir de este ataque. Su transformación en un grandioso ritual primitivo de sacrificio, un nacionalismo agresivo y la continua y progresiva propaganda de guerra. El 11-S se ha convertido en un ejemplo de movilización de la masa electrónica planetaria para la legitimación de un quimérico proyecto de constituir un superpoder mundial atómico, cuya primera formulación fue expuesta el día siguiente del lanzamiento de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki como su significado último y verdad absoluta, y que entre tanto ha regido los sangrientos derroteros de la llamada Guerra Fría.
Cuarto: las consignas de multiculturalismo. Heredera del concepto ilustrado de tolerancia, la jerga multiculturalista, a la vez académica y militar, sirve a sus mismos objetivos colonizadores que aquella. En su nombre se ha creado una cultura global perfectamente uniformada, perfectamente interligada burocráticamente y perfectamente controlada semánticamente. Las mismas exposiciones, los mismos museos, el mismo pensamiento único, se trate de economía política o crítica literaria, se reproduce hasta la saciedad lo mismo en las universidades de Perú o de Angola, en la Bienal de Sao Paulo que en el Guggenheim de Bilbao. El resultado es la obstrucción y la destrucción de memorias, inteligencias y culturas locales, la uniformización de saberes históricos de civilizaciones milenarias, y la creación de una nueva burocracia y una nueva censura de alcance mundial.
Y para acabar pronto esta lista de categorías históricas terminales, una conclusión final o del final de la historia como conclusión.Este final de la historia fue, como es muy sabido, una ilusión global expuesta por el neoliberalismo norteamericano. Pero el final de la historia es, en realidad, una vieja consigna apocalíptica, formulada primero por el imperialismo cristiano español o refundido más tarde por el milenarismo nacionalsocialista alemán bajo el signo de la construcción de siempre repetidos órdenes mundiales y globales. En sustancia esta doctrina quiere decir que cuando todo el orbe sea cristiano o cuando todo el globo se haya convertido a la propaganda construida por la media corporativa, la Humanidad obediente alcanzará la felicidad, ya como consumidores del reino de Dios, ya como beatos del paraíso neoliberal.
La ilusión de este sometimiento del mundo a una sola ley ha significado, desde la era de las cruzadas, su primera formulación, un «choque de civilizaciones», según la expresión de otro intelectual asociado con la administración de nuestro nuevo orden mundial. El concepto de choque es un eufemismo en este contexto. En realidad quiere decir, que no puede imponerse el sistema civilizatorio occidental sin resistencia de aquellos para los que esta felicidad absoluta significa destrucción ambiental, miseria y degradación a una existencia infrahumana. Obviamente entonces vienen los choques, vienen las guerras, llega la hora del terrorismo. Y las guerras cruzadas imperiales de ayer y las cruzadas globales de hoy.
Bajo esta perspectiva me parece reveladora la definición oficial del nuevo discurso de guerras globales indefinidas como guerra de civilización, y que a esta guerra se le otorgue además la dimensión simbólica de una guerra trascendente del Bien contra el Mal, es decir, una guerra santa, una cruzada en el sentido del maniqueísmo cristiano más arcaico. Es una guerra que abraza no solamente una estrategia militar o una tecnología armamentista específica. Ella define además un proyecto civilizatorio. Un proyecto que es global y totalitario, y que se presenta administrativa y mediáticamente como un orden necesario, incuestionable y perfecto.Una guerra apocalíptica del cumplimento final de los destinos de la civilización cristiana y capitalista, de sus valores de libertad, de poder, de orden, de razón. El final de la historia.
Ciertamente, la producción corporativa de realidad electrónica no puede ocultar que este orden politicoeconómico arde por sus cuatro costados generando el sufrimiento y la muerte de millones de humanos y abriendo una perspectiva global precisamente fundada en el terror: controles electrónicos de la sociedad civil, degradación de la democracia a espectáculo corporativamente manipulado, violencia y corrupción a gran escala, miedo y vacío. De hecho, las nuevas guerras globales no esconden su carácter reactivo. Son la expresión última de este sistema cuando ya nada lo puede legitimar ni sostener más que la militarización de los conflictos sociales, como en el caso de Colombia, y el terrorismo desesperado y suicida, como los dos aspectos opuestos pero precisamente también complementarios de nuestra crisis histórica. Las consignas propagandísticas de democracia o civilización que abanderan la militarización del planeta ya no pueden ocultar tampoco la imposibilidad técnica de definir un sistema social y económico justo a la misma altura global con que se miden las estrategias de guerra mundial indefinida.
El programa del final de la historia define también el estado de parálisis intelectual, la ausencia de proyectos artísticos o sociales, el vacío existencial que domina en los centros de decisión cultural global. Define un nihilismo integral ligado a la concentración de poder tecnológico y financiero. Este vacío exige un cambio radical en nuestra forma de pensar globalmente y en la definición de nuestro futuro."

sábado, mayo 20, 2006

Mi amor no dio resultado



Tengo mucho trabajo. Me siento un poco agobiado, pues cada semana se acumula un poco más de cansancio. Y tengo pena...mucha pena. Creo que la pena es la que me roba más energía, no es tanto el trabajo...aflicción, siento aflicción, y siento que en este mundo pocas veces estamos como querríamos. Mi amor no dio resultado.

sábado, abril 29, 2006

Ailaikdemiusik...




desde que era niño y oía una radio vieja que reposaba sobre el refrigerador en la cocina de mi casa. La música siempre tuvo para mi un poder extraño: era capaz de inducir mis estados de ánimo, o sea, me cambiaba la frecuencia y a veces me dejaba pegado por un día o dos con un fraseo melódico sin que hubiese forma de sacármelo de la cabeza. A propósito de esto mismo subí acá la última canción con la que me ha pasado esto. Lleva varios días resonándome en la cabeza, ya sea en la casa, en el bus, en el metro y a la salida del trabajo. Me gusta su pulso urbano y la sensualidad oscura característica de sus intérpretes. Me seduce esa guitarra minimalista de sonido crudo y la voz profunda e inquietante de Gahan. La imagen que acompaña es una foto de mi abuelita. Fue la que más me hacía sentido y correspondencia con la música. Enjoy it.



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sábado, abril 22, 2006

Mujeres II




Estas son a las que mi corazón se siente ligado, con toda la extrañeza y las contradicciones que la bestial naturaleza del amor impone.

Mujeres...



Esto lo escribí hace años.
"Conozco tu juego...atraer, seducir con curiosidad, con la curiosidad de comprobar si lo que has visto es capaz de deslumbrarte. Y escabullirte libre como el aire una vez que ves un par de ojos cautivos. Segura de tu piel, siempre atenta, con la seguridad que te brinda una amor incondicional que profesas y que se retroalimenta. Lúdica y práctica hasta la médula..!"
"...qué garra, qué desprendimiento y qué humanidad me parece notar latiendo en su espíritu. Pero veo también soledad, y veo sueños, y veo miedo a quedarse sola, y sentir que las viejas profecías enterradas se materializan cuando parecían olvidadas, como cuando se reconoce un rostro familiar y temido. Y desbordante de pasión, de valentía, que, mal dirigida, se vuelve ira. Y es que fue mucho el daño, mucha la humillación para no reaccionar con energía cuando pulsan los viejos botones que cubren el dolor."
Estamos en el mismo campo de juego, pero todos llevamos los ojos vendados, y, aunque a tientas nos buscamos, puede más el recelo, el placer, la desidia, el deber, el interés el egoísmo o la locura para mantenernos lejos.
"La vida es una herida absurda."
"La última curda", tango.
"Estoy pendiente de ustedes, mujeres, duros corazones de vinagre".
"Poeta negro", versos de Antonin Artaud.

viernes, abril 21, 2006

Another week in the wall...
















La foto de noche me muestra en la calla Agua Santa, en Viña del Mar, poco antes de las seis de la mañana (es aun noche cerrada), esperando el bus que me llevará a mi trabajo en Santiago, una ciudad grande 100 kilómetros tierra adentro en dirección sureste. Es principios del otoño, así que no hace aun tanto frío como dentro de un pas de meses. Yo vivo en la costa, a la orilla del agua, como un sapo.
La otra corresponde al ferrocarril urbano de Santiago, el Metro. Yo duermo en casa de un amigo, en Plaza Italia, un punto neurálgico de la ciudad. Desde ahí viajo en este tren hasta mi trabajo en un trayecto corto. Es una estación subterránea con luz artificial. En esta fotografía ya es de día, pero en ambas está oscuro.

lunes, marzo 06, 2006


Es mi destino, piedra y camino, de un sueño lejano y bello, vida, soy peregrino. Por más que la dicha busco, vivo penando; y cuando debo quedame, vida, me voy andando. Me dicen el desagradecido, pero esa no es la verdad. Yo tengo dentro un motor que nunca deja de rolar, tengo en el alma una condena destino al mar nunca llegar. Cuando era niño tuve un jardín, pero me escapé hacia otra ciudad, y no sirvió de nada por que todo el tiempo estaba dando vueltas y más vueltas en la vida para tratar de reaccionar, estaba yo en un mismo lugar y bajo una misma piel y en la misma ceremonia. Aquí viene otra vez la lluvia, cayendo sobre mi cabeza como la memoria, cayendo sobre mi cabeza como una nueva emoción...nunca es triste la verdad: lo que no tiene es remedio.

jueves, marzo 02, 2006

Viejo y sabio


Uno crece con la idea de que las cosas en la vida son de una manera determinada y no imagina posibilidades intermedias. Jugar, querer a los padres, ir al colegio, estudiar, escoger una profesión, pololear, casarse, tener hijos, trabajar, etc...y pareciera que cada una de esas cosas uno las piensa como acorde con un modelo bien definido; quiero decir que uno no imagina el grado de complejidad que entraña la vida (felices quienes tienen la capacidad de simplificarse la vida!) con todas sus etapas y escenarios, y a los ocho o diez años se cree que llegando a los 25 va a estar todo armado y funcionando aceitadamente. Pasan años antes de ir descubriendo que, como dije hace poco, nada era como creíamos: a menudo la vida nos pasa por encima. Pero también se descubre que la vida tenía posibilidades y soluciones intermedias: uno puede no querer tanto a los padres y no ser un monstruo por ello, es posible ganarse el sustento, e inclusive ser exitoso, sin haber sido brillante en los estudios, se puede trabajar y vivir sin haber pasado por la universidad, a veces mejor que los que sí lo hicieron...se podía sobrevivir al amor y al desamor haciendo acopio de experiencia y conocimiento para otros años, se podía vivir, en resumen, sin cumplir con el programa oficial y no morir en el intento...me acuerdo de la letra de una canción: "La vida es una moneda: quien la rebusca, la tiene; ojo, que hablo de monedas, y no de gruesos billetes (...) Solo se trata de vivir: esa es la historia; con un amor, sin un amor, con la inocencia y la ternura que florece a veces; a lo mejor resulta bien...". ¡Cómo siento no haber contado con una voz amiga que hubiera contado todo esto antes de tener que padecer sin consuelo los sinsabores de los momentos amargos!...cómo añoro haber estado más cerca de alguien que fuese viejo y sabio..!

jueves, febrero 23, 2006

Dolor


El primer dolor que recuerdo fue por agarrarme un dedo con una pinza de electricista. Chillé hasta que mamá abrió la puerta y me la sacó. Después recuerdo haber sufrido mucho cada vez que me ponían una inyección, trámite más que apestoso para un niño. Pero todo eso era dolor físico. Existe también el dolor emocional, como el que producen las pérdidas de seres que queremos. Este es un dolor difuso que envuelve el ser o emana desde su centro. Agita la mente y la afiebra con una actividad anormal del pensamiento; el tiempo corre de otra manera. Suele durar más que el dolor físico y tiñe con su color frío toda nuestra visión del mundo. Por supuesto, cualquier cosa que yo pueda decir aquí sobre la experiencia del dolor emocional no se acerca a lo que es sufrirlo. Hay un umbral a partir del cual no hay palabra que valga: "Nada tiene que ver el dolor con el dolor, nada tiene que ver la desesperación con la desesperación. Las palabras que usamos para designar esas cosas están viciadas. No hay nombres en la zona muda." (Enrique Lihn)

viernes, enero 27, 2006

Esa onda


Estan sucediendo cosas. Puedo sentirlo...como si se estuviese produciendo una alineación planetaria, según los criterios de quienes creen en la astrología; como una oscilación cósmica...Siento una muerte y un nacimiento dentro de mi pecho y en mi mente, como si se fuera a abrir un dique o estuviera a las puertas de algo grande...más allá no puedo ver. Mejor ni me pregunten, por que no cacho, pero es como cuando uno percibe y piensa "se nos viene!"...¿Qué se nos viene?. "Y tuve unaa reevelaacióoon, ya sé qué quiero en esta viidaa..." cantan los Auténticos Decadentes en "La guitarra" con un tono optimista y alegre. Algo así me gustaría cantar cuando cache qué onda. Espero no perder la señal...

jueves, enero 12, 2006

domingo, enero 08, 2006

¡Ojo, ciudadan@s!


"Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a coger..!"

"Gimme tha power"
Molotov

Eso no más. Una vez pa los vivos...