Es mi destino, piedra y camino, de un sueño lejano y bello, vida, soy peregrino. Por más que la dicha busco, vivo penando; y cuando debo quedame, vida, me voy andando. Me dicen el desagradecido, pero esa no es la verdad. Yo tengo dentro un motor que nunca deja de rolar, tengo en el alma una condena destino al mar nunca llegar. Cuando era niño tuve un jardín, pero me escapé hacia otra ciudad, y no sirvió de nada por que todo el tiempo estaba dando vueltas y más vueltas en la vida para tratar de reaccionar, estaba yo en un mismo lugar y bajo una misma piel y en la misma ceremonia. Aquí viene otra vez la lluvia, cayendo sobre mi cabeza como la memoria, cayendo sobre mi cabeza como una nueva emoción...nunca es triste la verdad: lo que no tiene es remedio.
lunes, marzo 06, 2006
jueves, marzo 02, 2006
Viejo y sabio
Uno crece con la idea de que las cosas en la vida son de una manera determinada y no imagina posibilidades intermedias. Jugar, querer a los padres, ir al colegio, estudiar, escoger una profesión, pololear, casarse, tener hijos, trabajar, etc...y pareciera que cada una de esas cosas uno las piensa como acorde con un modelo bien definido; quiero decir que uno no imagina el grado de complejidad que entraña la vida (felices quienes tienen la capacidad de simplificarse la vida!) con todas sus etapas y escenarios, y a los ocho o diez años se cree que llegando a los 25 va a estar todo armado y funcionando aceitadamente. Pasan años antes de ir descubriendo que, como dije hace poco, nada era como creíamos: a menudo la vida nos pasa por encima. Pero también se descubre que la vida tenía posibilidades y soluciones intermedias: uno puede no querer tanto a los padres y no ser un monstruo por ello, es posible ganarse el sustento, e inclusive ser exitoso, sin haber sido brillante en los estudios, se puede trabajar y vivir sin haber pasado por la universidad, a veces mejor que los que sí lo hicieron...se podía sobrevivir al amor y al desamor haciendo acopio de experiencia y conocimiento para otros años, se podía vivir, en resumen, sin cumplir con el programa oficial y no morir en el intento...me acuerdo de la letra de una canción: "La vida es una moneda: quien la rebusca, la tiene; ojo, que hablo de monedas, y no de gruesos billetes (...) Solo se trata de vivir: esa es la historia; con un amor, sin un amor, con la inocencia y la ternura que florece a veces; a lo mejor resulta bien...". ¡Cómo siento no haber contado con una voz amiga que hubiera contado todo esto antes de tener que padecer sin consuelo los sinsabores de los momentos amargos!...cómo añoro haber estado más cerca de alguien que fuese viejo y sabio..!
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