La foto de noche me muestra en la calla Agua Santa, en Viña del Mar, poco antes de las seis de la mañana (es aun noche cerrada), esperando el bus que me llevará a mi trabajo en Santiago, una ciudad grande 100 kilómetros tierra adentro en dirección sureste. Es principios del otoño, así que no hace aun tanto frío como dentro de un pas de meses. Yo vivo en la costa, a la orilla del agua, como un sapo.
La otra corresponde al ferrocarril urbano de Santiago, el Metro. Yo duermo en casa de un amigo, en Plaza Italia, un punto neurálgico de la ciudad. Desde ahí viajo en este tren hasta mi trabajo en un trayecto corto. Es una estación subterránea con luz artificial. En esta fotografía ya es de día, pero en ambas está oscuro.
viernes, abril 21, 2006
Another week in the wall...
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3 comentarios:
una si la otra no.
ambas entonces
muy bella la primera foto.
¿dónde fundamos nuestra ciudad?, creo que seríamos unos cuantos, pero como en 'crónicas marcianas', primero vienen los que buscan la soledad, luego vienen los sofisticados y se destruye todo.
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